febrero 2010

¿Por qué no sientes sed cuando duermes?


Vamos a suponer que llevas una vida sana y puedes dormir unas ocho horas, cada noche. ¿Cuántas veces bebes agua en esas ocho horas? Y cuando estas despierto, ¿cuantas veces bebes agua durante esas ocho horas?

La mayoría de las personas habitualmente no sentimos sed mientras dormimos, y no nos levantamos con una sensación total de sed. ¿Cómo es esto posible?


imagen de SouLe (Flickr CC)

En un artículo publicado en Nature Neuroscience, nos explican el porqué. Eric Trudel y Charles Bourque, del Instituto de Investigación de la McGill University Health en Motreal (Canada) explican en ese artículo que este hecho tiene mucho que ver con algo que seguramente te sonará, nuestro sistema circadiano, más conocido como  el "reloj biológico" que cada persona tiene y que marca procesos como el sueño, por ejemplo. 

Los actores implicados en este juego son cuatro:

- Las neuronas que forman parte de este reloj biológico
- Unas neuronas que se encargan de monitorizar los niveles de agua de nuestro cuerpo, llamadas neuronas osmosensoras
- Otro grupo de neuronas que se encargan de producir y liberar la hormona vasopresina
- La vasopresina, una hormona que se encarga de llevar por todo el cuerpo el mensaje "hay que ahorrar agua"

Desde hace tiempo se sabía que los niveles de vasopresina aumentaban cuando estas dormido, pero no se sabía por qué razón ocurría esto. 

El contenido de agua en el cuerpo se regula a través de la ingesta de agua (debida a la sensación de sed) que se equilibra con la pérdida de agua a través de la producción de orina. Como no solemos beber mientras dormimos, es necesario minimizar la pérdida de agua, y según el artículo al que hacemos referencia esto se consigue gracias a que mientras dormimos, el nivel de activación de las neuronas del reloj biológico es menor, lo que a su vez facilita que las neuronas osmosensoras puedan comunicarse más fácilmente con las neuronas que liberan la vasopresina, favoreciendo su producción y liberación a la sangre y, por tanto, que el mensaje de ahorro de agua se distribuya por el cuerpo. La producción de orina no para, ya que no para la actividad de los riñones, pero si que es más concentrada al reabsorberse más agua.


Los investigadores puntualizan que esta investigación se ha llevado a cabo con ratas, que son animales nocturnos, y por tanto, es necesario ver si estos resultados se dan también en otros animales que duermen por la noche.

La investigación también abre el campo a estudios que busquen la influencia de estas neuronas "reloj" en otros procesos fisiológicos.

Este post es una reeelaboración de la noticia aparecida en NatureNews, que puedes encontrar aquí.

Bioética y Cerebro

El pasado viernes, en el programa de RNE "A Hombros de Gigantes" emitieron un pequeño reportaje en el que se recordaban los 15 años del Convenio Europeo de Bioética, a través de las declaraciones de diferentes científicos y filósofos recogidas durante estos años, especialmente en los del desarrollo de este documento.


Aquí tienes un pequeño mapa de este documento:

Wordle: Convenio Europeo sobre los derechos humanos y la biomedicina

A continuación tienes el podcast del programa, en concreto del 19 de febrero de 2010, y aproximadamente en el minuto 45  puedes escuchar el reportaje.

Me llamó mucho la atención porque las personas de las que se recogen declaraciones, se centraban en la necesidad de estudiar las relaciones entre la ética y los avances en ingeniería genética. Y en ese momento, hace 15 años, posiblemente fuera así y este fuera el campo más fuerte, en el que se esperaban los mayores debates éticos acerca de las posibles aplicaciones que la ciencia básica nos ofrecía. Y de hecho, y por  ejemplo, es en el campo en el que se centra el Grupo Europeo de Ética en Ciencia y Nuevas Tecnologías, el cual se ha centrado en los estudios relacionados con las células madre, la nanomedicina, la clonación de animales para su uso alimenticio y los desarrollos aplicados a la agricultura.

Y es que ahora, me choca muchísimo cuando se habla de bioética, que no se incluyan cuestiones relacionadas con la investigación en Neurociencias.

Los avances en la investigación sobre el funcionamiento de nuestro cerebro está llevando a la ciencia a explicar procesos como la memoria, los recuerdos u otros que en el pasado le estaban vetados como la confianza, el enamoramiento o abriendo posibilidades en la mejora de los procesos de aprendizaje

Se plentean múltiples investigaciones, por poner dos ejemplos, acerca de la eliminación selectiva de recuerdos o drogas potenciadoras de la memoria, tantas y de tanto calado social que algunos medios le dedican un apartado propio en sus suplementos de ciencia o son objeto de las actividades de museos de ciencia. 
¿Debemos modificar nuestras capacidades cerebrales? ¿Es lícito borrar recuerdos? ¿Potenciar de forma artificial nuestra capacidad de aprendizaje es ético? ¿Qué posibilidades abre la investigación de procesos como el enamoramiento o la confianza?

Dudas y cuestiones que no tendrán que ser resueltas únicamente por científicos, sino también por otros estamentos sociales, incluidos los ciudadanos a los que afecten.


Y si quieres saber más sobre todo esto, aquí tienes el folleto publicado por la Organización Internacional para la Investigación del Cerebro (IBRO)


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